El nombre del dominio debe ser una concatenación o unión de caracteres pertenecientes al alfabeto definido por las letras del abecedario de la A a la Z [sin acentos o diéresis]; se pueden incluir también los dígitos del 0 al 9 y el guión medio "-". El resto de los caracteres no pueden formar parte del nombre del dominio.
En síntesis, estas son las reglas que rigen la formación de nombres de dominios:
- Sólo pueden usarse letras, números y guiones medios
- No puede empezar ni terminar con guión
- No se permiten letras acentuadas
- No se permiten espacios
- No se permiten eñes
- No se permiten subrayados
- 63 caracteres máximo
- No se distingue entre mayúsculas y minúsculas